Japan Equity: Outlook 2026
Diciembre de 2025 | Ernst Glanzmann
Cambios en la política económica
El nuevo Gobierno está aplicando una combinación de relajación fiscal y una mayor intervención gubernamental en la política del Banco de Japón (BoJ). Se espera que esto de lugar a una inflación «más alta durante más tiempo», lo que debilitaría el potencial de crecimiento interno y aumentaría la dependencia de la demanda externa, al tiempo que respaldaría la apreciación de los precios de los activos.
Expansión fiscal
- Durante el periodo de Abenomics1, los beneficios empresariales se retuvieron en gran medida dentro de las propias compañías. En la actualidad, con un gobierno corporativo reforzado y escasez de mano de obra, cada vez más empresas están adoptando estrategias orientadas al crecimiento. Como resultado, es más probable que el próximo estímulo fiscal se canalice hacia inversiones de crecimiento. El comportamiento corporativo ha evolucionado desde una lógica de aversión al riesgo y supervivencia hacia una de control del riesgo y crecimiento.
- Una diferencia clave respecto a Abenomics es el actual entorno inflacionista. Aunque la inflación está en gran medida impulsada por los costes, las empresas se ven cada vez más obligadas a fomentar un crecimiento salarial sostenible para atraer y retener talento.
Riesgo:
La deuda pública de Japón en relación con el PIB pasó de un 230 % durante Abenomics a cerca del 260 % en 20202, reduciendo de forma significativa el margen fiscal.
¿Se pueden esperar resultados similares?
Una de las principales limitaciones del Abenomics fue la escasa profundidad de la reforma regulatoria, restringida por los intereses creados. Con Aso en el centro del poder real y Takaichi poco dispuesta a impulsar una desregulación estructural, parece improbable que se produzca una reforma significativa. Un exceso de intervención también podría acentuar las divisiones internas del Partido Liberal Democrático (PLD).
Intervención gubernamental en el Banco de Japón
Se espera que la influencia del Gobierno sobre el Banco de Japón aumente, como en la era del Abenomics. Durante el Abenomics, el Gobierno y el Banco de Japón fijaron conjuntamente un objetivo de inflación del 2 %, y el Banco de Japón llevó a cabo compras masivas de bonos del gobierno japonés, reduciendo de facto su independencia. Con el «Sanaenomics», es probable que la influencia del gobierno vuelva a aumentar. Sin embargo, el margen para la emisión adicional de bonos gubernamentales es más limitado que en el pasado.
Perspectivas del yen
La depreciación estructural del yen no puede explicarse únicamente por los diferenciales en los tipos de interés; la tendencia subyacente de la demanda real de divisas es más importante. Una mayor implicación del Gobierno en la política del Banco de Japón reduce la probabilidad de subidas de tipos, ejerciendo una presión bajista sobre el yen a corto plazo. Sin embargo, si el yen se debilita más allá de los 160 JPY/USD, el impacto inflacionista sobre los precios de las importaciones podría provocar una intervención. En el ámbito político, el apoyo de Takaichi a la reactivación de las centrales nucleares podría contribuir a mejorar la balanza comercial de Japón al reducir las importaciones de combustibles fósiles. Al mismo tiempo, la expansión del consumo digital, dominado por empresas extranjeras, probablemente incrementará la demanda real de dólares, manteniendo la debilidad del yen.
La relajación fiscal también aumentará la liquidez destinada a inversiones en el exterior, reforzando la demanda de dólares. Solo una desregulación interna significativa podría propiciar la repatriación del capital japonés lo que aumentaría la demanda de yenes.
Demanda interna
La inflación de los alimentos sigue siendo persistente como consecuencia de la debilidad del yen. Si bien las subidas salariales están mejorando el poder adquisitivo en términos reales, el ritmo de crecimientos salariales nominales se está moderando y sigue siendo incierto si los salarios reales serán positivos en 2026. El potencial alcista del turismo entrante se ve limitado por la persistente escasez de mano de obra en el sector servicios de Japón.
Acciones de crecimiento
En un entorno inflacionista, la capacidad de mantener un crecimiento sólido de los ingresos es fundamental, lo que favorece fundamentalmente a las acciones de crecimiento , aunque las valoraciones pueden seguir estando limitadas. Si la economía estadounidense entrara en recesión, el ciclo de subidas de tipos de Japón podría terminar antes de lo previsto, elevando el riesgo de estanflación. A corto plazo, las acciones de valor podrían obtener mejores resultados, pero con el tiempo, el crecimiento de calidad y elevada rentabilidad debería liderar el rendimiento.
Lecciones de 2025 y oportunidades en 2026
El año 2025 recordó a los inversores que incluso las compañías de crecimiento de alta calidad pueden sufrir retrocesos a corto plazo. En Japón, el aumento de las primas de riesgo afectó de manera desproporcionada a las empresas con beneficios débiles y un compromiso limitado con la mejora de la rentabilidad sobre los recursos propios (ROE), lo que provocó un rendimiento inferior al esperado de las acciones, significativamente peor que la caída de sus beneficios. Nuestra estrategia se vio afectada por esta dinámica.
De cara al futuro, consideramos que la mejora del ROE será un catalizador clave para el rendimiento del precio de las acciones. En nuevas inversiones, un compromiso creíble con el aumento del ROE seguirá siendo un criterio de selección clave.
Riesgos y oportunidades globales: incertidumbre política y económica en Estados Unidos
Con Trump en el poder y la previsión de que siga en el cargo el año que viene, es probable que aumente la volatilidad política en los ámbitos comercial, fiscal e institucional. Los aranceles «proteccionistas», la estricta política de deportación y la política fiscal expansionista podrían redefinir el comercio mundial y acelerar la fragmentación de las cadenas de suministro globales.
Si bien esto supone un riesgo para los sectores japoneses dependientes de las exportaciones debido al reajuste comercial y a las posibles repercusiones arancelarias, las empresas japonesas con presencia global, que cuentan con fortaleza tecnológica, gestión adaptativa y capacidad de innovación se beneficiarán de la integración en los nuevos ecosistemas industriales centrados en Estados Unidos.
Ernst Glanzmann es Investment Director y se dedica a invertir en estrategias de renta variable japonesa en GAM Investments.
2Source: International Monetary Fund (IMF), Gross public debt, percent of GDP, as at October 2025.